Consejos para una conducción segura

Hoy en día, conducimos en coches más seguros en carreteras también más seguras. Décadas de anuncios comerciales, campañas de información pública o incluso cursos de conducción segura, también han ayudado a que seamos unos conductores más seguros. Como resultado, los accidentes van reduciéndose año tras años y vemos las cifras de muertos en accidente de coche cada vez más bajas. Por desgracia, a pesar de este progreso, el número de accidentes y fallecimientos por esta causa aun sigue siendo demasiado alto en la mayoría de los países donde se realizan estas campañas de advertencia. En muchos países, sigue siendo una de las causas principales de muerte entre las personas jóvenes y mediana edad. Mejoras en la tecnología seguirán ayudando a reducir estos números, pero hay que recordar que la mayoría de los accidentes de coche son resultado de los errores humanos. La mejor manera de reducir el riesgo de estar envuelto en un accidente, es tener un comportamiento responsable y adecuado, y practicar una conducción segura.
Independientemente de si estás aprendiendo a conducir o llevas haciéndolo durante muchos años, es buena idea revisar algunas reglas básicas para una conducción segura. Algunas consejos, de los cuales puede que conozcamos la mayoría, puede ayudarnos a evitar ese accidente que ocurre en una fracción de segundo, muchas veces con unas consecuencias nefastas. Aun conociendo estas reglas, muchas personas las ignoran. No viene mal volver a repasar estos sencillos consejos cuando conducimos, y por supuesto cumplirlos.

Una de las causas de accidente que puede ser evitado de una forma muy simple, es el alcohol- El alcohol es directamente responsable de un gran número de accidentes de tráfico que ocurren tanto en carretera como en ciudad. Incluso con niveles bajos de alcohol en sangre, la intoxicación que produce reduce el tiempo de reacción y coordinación, y además baja nuestra inhibición, lo cual causa que se tomen decisiones incorrectas. Con altos niveles en sangre, puede producir visión borrosa o incluso pérdida de conciencia. Conducir borracho no es simplemente una idea absurda – es un crimen. No solamente ponemos en peligro nuestra vida y los ocupantes del coche, sino que también lo hacemos con otras personas que ni siquiera conocemos. Si provocamos un accidente y hay muertos, es un paseo directo a la cárcel. La buena noticia es que es fácil evitar conducir borracho. Si has estado de fiesta, se puede pedir a un amigo que no ha bebido que conduzca o llamar a un taxi.
Si estás planeando tomar unas copas con un grupo de amigos, se puede designar un conductor esa noche para que no beba bebidas alcohólicas. La posible incomodidad de coger un taxi no es nada comparado a las desastrosas consecuencias de conducir bajo la influencia del alcohol. Algunos estudios muestran que cuando se conduce en este estado, las opciones de tener un accidente cada kilómetro que se recorre, aumentan cuatro a cinco veces. A altas velocidades, este riesgo aumenta considerablemente. Hablando de altas velocidades, es algo ya sabido que correr mucho con el coche es uno de los factores que más contribuyen a los accidentes. El coste económico a la sociedad es de una cantidad muy elevada, sin contar con el número de vidas que se pierden. Es algo curiosos… si vamos a más velocidad de la permitida por ciudad, solamente nos ahorraremos unos minutos – mientras que aumentamos un cincuenta por ciento las posibilidades de tener un choque. Incluso en viajes largos, el tiempo que podamos ganar, no es comparable al riesgo que podemos tener si vamos rápido. Debemos respetar los límites de velocidad, y si necesitas llegar a algún sitio cuanto antes, la mejor solución es salir antes de casa.
Otra de las causas de accidentes son las distracciones. Por ello, en muchos países hay leyes desde hace tiempo donde se prohíbe el uso de los teléfonos móviles. La razón de esto es el número de muertes atribuibles a esta actividad en apariencia inofensiva. Aunque puede que los números de accidentes por este motivo no son demasiado altos, debido al incremento del uso de la telefonía móvil, los accidentes también aumentan. Se ha demostrado que ir hablando por teléfono y conduciendo a la vez, puede retrasar nuestro tiempo de reacción hasta un veinte por ciento. No solamente los teléfonos móviles causan distracciones, también lo puede hacer comer, manipular dispositivos electrónicos, maquillarse o interactuar con otros pasajeros del coche.
Otro factor importante es el sueño. Varios estudios han mostrado que un veinte por ciento de todos los accidentes de coche tienen como factor el sueño. Si un conductor está cansado y existe la posibilidad de que se quede dormido, los resultados son obvios. Incluso en una autopista relativamente recta, un conductor dormido acabará saliéndose de la carretera. Árboles, postes, puentes y otros obstáculos se pueden convertir en el peligroso escenario que se nos pone enfrente. Puedes pensar que unos cuantos bostezos no son importantes, pero tener sueño si conducimos aumenta las posibilidades de tener un accidente. La respuesta a un imprevisto puede ser más lenta y ponernos en peligro. En autopistas donde solemos correr más, el tiempo de reacción es menor, por lo que debemos estar atentos en todo momento.
La solución es bastante simple: Si vas a realizar un viaje largo, ya sea de día o de noche, duerme bien la noche anterior. Haz algo para estar cansado y poder dormir las 7 u 8 horas que se deben. Si estás conduciendo y comienzas a sentirte cansado, hay que tomar una determinación en el momento. No pienses que recibirás algún tipo de aviso si te quedas dormido o que lo puedes resistir. Mucha gente puede pasar de un estado de cansancio a quedarse dormido en pocos segundos. Si ves que te puede ocurrir, para a descansar un par de horas en un área de descanso o que conduzca otra persona más descansada.