Todos sabemos conducir un coche de marchas y lo damos como algo muy sencillo, ya que lo aprendemos en muy poco tiempo y realmente no es demasiado difícil. Sin embargo, detrás de todo el mecanismo en la transmisión de un coche, hay muchas horas de ingeniería y estudio en sus comienzos. Puede que te hayas preguntado alguna vez ¿Qué hace realmente esta barra a mi derecha con unos movimientos en forma de H? ¿Qué se mueve dentro de la transmisión cuando muevo esta palanca? Cuando hago el movimiento incorrecto ¿Qué es ese ruido infernal que se oye como si la transmisión se fuera a romper? ¿Qué pasaría si accidentalmente diera la marcha atrás si voy a toda velocidad por la autopista? ¿Explotaría la transmisión?
Los coches necesitan la transmisión debido a la física de un motor de gasolina. En primero lugar, un motor tiene una línea roja – un máximo de revoluciones por minuto (rpm) donde el motor puede llegar sin explotar. En segundo lugar, sin leed nuestro artículo sobre los caballos de potencia, sabrás que los motores tienen rangos cortos de rpm donde los caballos y el torque están al máximo. Por ejemplo, un motor podría producir su máxima potencia en caballos a 5000 revoluciones por minuto. La transmisión permite que las marchas entre el motor y las ruedas, cambien según la velocidad aumente o disminuya. Vas cambiando las marchas para que el motor pueda estar por debajo de la línea roja mencionada antes, y cerca del margen de revoluciones ideal para el rendimiento.
Idealmente, la transmisión debería ser tan flexible como para que el motor pudiera siempre funcionar a sus revoluciones correctas y a su máximo rendimiento. Esa es la idea detrás del sistema CTV, o transmisión variable de continuidad. Un CVT tiene infinito rango marchas. En el pasado, el CTV no podía competir con las transmisiones de cuatro y cinco marchas en términos de coste, tamaño y fiabilidad, por lo que no se pueden ver en coches en circulación. Hoy en día, las mejoras en los diseños han hecho los CVTs más comunes. El Toyota Prius es un coche híbrido que usa CVT. La transmisión se conecta al motor a través del embrague. Por tanto, el eje de entrada de la transmisión se mueve a las mismas revoluciones que el motor.
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