martes, 21 de junio de 2011

Conducción sin Accidentes


El cansancio al volante como causa de accidentes.

La fatiga es una de las principales causas de accidentes de tráfico graves. Los expertos en seguridad de Mercedes-Benz están trabajando en un sistema destinado a detectar a tiempo los signos típicos de cansancio y alertar de ellos al conductor. Se prevé que este dispositivo de nuevo desarrollo pueda producirse en serie dentro de algunos años.
CANSANCIO AL VOLANTE: UN PELIGRO MORTAL
En 2005, la policía constató que la fatiga había sido la causa de 3.034 siniestros, entre ellos 1.786 colisiones con daños personales. Se trata del 0,5% de todos los accidentes graves. Los expertos, sin embargo, estiman que las cifras ocultas pueden rondar el 10-20%. La probabilidad de sufrir un accidente mortal como consecuencia del cansancio es más de 2,5 veces mayor que en el caso de otras causas. Según una investigación de las compañías aseguradoras alemanas, la fatiga provoca la cuarta parte de los accidentes de tráfico con víctimas mortales. Los investigadores de otros países confirman este dato.

PREVENCIÓN DE ACCIDENTES CENTRADA EN LOS SINIESTROS REALES
Para desarrollar sus sistemas de asistencia a la conducción, Mercedes-Benz se ha centrado siempre en el análisis de los accidentes reales, buscando el modo de mejorar la seguridad en situaciones críticas con ayuda de la tecnología más avanzada. El programa electrónico de estabilidad ESP® y el servofreno de emergencia BAS, incluidos en el equipamiento de serie de los turismos de Mercedes-Benz, son buenos ejemplos de ello. Con el proyecto de la detección de la fatiga, la marca renueva su compromiso con la prevención de accidentes, caracterizado por un enfoque eminentemente práctico.

PROCEDIMIENTO DE DETECCIÓN DE LA FATIGA
Basándose en el método de la observación, una cámara de infrarrojos dirigida a la cabeza del conductor registra de forma permanente la frecuencia del parpadeo, reconoce una situación de microsueño cuando los ojos permanecen cerrados por un lapso de tiempo determinado y emite inmediatamente una señal de advertencia acústica. También se emplean métodos de medición, como el electroencefalograma, para recoger diversos indicadores objetivos del cansancio. Por su parte, el análisis de los datos relativos a la conducción, como el manejo de la dirección y de los frenos, permite reconocer el peligro cuando el conductor, por ejemplo, deja de mover el volante por un tiempo prolongado.

COMBINACIÓN DE DATOS DE MEDICIÓN Y EMPÍRICOS
La fatiga es un fenómeno complejo que puede manifestarse de muy diversas maneras. Por eso, en la detección de la fatiga se tienen en cuenta numerosos criterios, como el estilo de conducción personal, la duración del desplazamiento, el momento del día, la situación del tráfico, etc. La comparación continuada de esos datos con los valores empíricos almacenados permite confeccionar un perfil individual del conductor y utilizar después el cálculo de probabilidades para determinar si el conductor está exhibiendo las primeras muestras de cansancio. Sólo si se consigue identificar de forma inequívoca el tránsito de un estado de alerta a uno de fatiga, es decir, el paso de la concentración a un significativo déficit de atención, será posible alertar a tiempo al conductor.

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