sábado, 24 de septiembre de 2011

El Lunar Rover, primer automóvil que pisó la Luna

Imagen de Apolo 15, tomada por el comandante David Scott, al final de la EVA-1. Piloto del módulo lunar Jim Irwin se ve con el vehículo explorador lunar, con el Monte Hadley en el fondo
El día 31 de agosto de 1971, hace hoy 40 años, el astronauta David R. Scott, comandante de la misión Apollo 15, es la primera persona en conducir un vehículo sobre la superficie de nuestro satélite. Se utilizó en las misiones de las NASA y gracias a él, pudimos conocer mucho más sobre la Luna.
La NASA quería investigar la superficie extraplanetaria y encargó a las empresas Boeing y General Motors la creación del Lunar Rover Vehicle. En un principio era alimentado con una batería que accionaba un motor de 200 W en cada rueda y tracción independiente.
El Lunar Rover, además de ser conducido por una persona, contaba con una vida útil de 180 kms., aunque sólo podía alejarse 9,6 kilómetros del módulo Lunar. Se trata del primer coche del espacio. Su objetivo: la Luna, ¿preparado para un viaje espacial?
En el video puede verse en acción al primer coche del espacio, el Lunar Rover Vehicle y a su conductor-astronauta David R. Scott, comandante de la misión Apollo 15, desenvolviéndose perfectamente por los terrenos lunares:
A pesar de dichas imágenes, cuando se cumplen 40 años de la llegada del primer automóvil que pisó nuestro satélite, aún quedan apoloescépticos que dudan de una de las mayores hazañas de la humanidad. Se basan en teorías que giran en torno a dos cuestiones. Por un lado, que aún no se disponía de la tecnología suficiente como para lograr alcanzar la Luna, y por otro, la necesidad de EE.UU de lograr la victoria en la carrera espacial, liderada entonces por los soviéticos.
Sin embargo, científicos, astronautas, astrofísicos y conocedores del tema de primera mano no dudan ni por un momento en manifestar que el hombre pisó la Luna el 20 de julio de 1969. Y además, aclaran de que hay gente en contra buscando notoriedad al desmentir dicha hazaña que ha sido comprobada y seguida por 400.000 personas entre empresas y universidades que trabajan en la NASA. De hecho, se sabe que en pleno apogeo del programa Apollo, la NASA tuvo en nómina a 35.000 personas, más las personas que le trabajaban en proyectos y estudios. Por tanto, no se puede construir un engaño donde están implicadas miles de personas en las observaciones.
Volviendo de nuevo al apasionante viaje, el mayor reto según los ingenieros de la NASA consistía en adaptar a Lunar Rover a las condiciones de estos lugares (geografía, gravedad, fisionomía del suelo, temperatura) algo que solventaron con éxito, ya que durante el paseo, de 28 kilómetros en total, su conductor Scott, llegó a recoger 76 kilos de piedras lunares. En términos de seguridad vial, se podría decir que una buena planificación del viaje es esencial para evitar contratiempos.
De vuelta y con los pies en la Tierra, si analizamos la expedición recordando los principales factores que intervienen en la seguridad vial, tuvo que ser como una adaptación de la velocidad a las irregularidades del terreno, un vehículo revisado en cuanto a seguridad activa y pasiva; y por último, el buen estado físico y psíquico del conductor para afrontar una conducción sin riesgos.

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