sábado, 24 de septiembre de 2011

El 25% de los accidentes de tráfico en EEUU, culpa de las distracciones


Seguridad Activa – Estadísticas (29 de julio de 201)

No es la primera vez que tratamos el tema de las distracciones al volante en Circula Seguro. Y no es la primera vez que la DGT aplica campañas de vigilancia para atajar las distracciones al volante por uso indebido de navegadores, teléfonos móviles o aparatos similares. Pero si es la primera vez que se elabora un informe en el que se presentan cifras reales de accidentes derivados de distracciones.
A pesar de que este estudio está realizado en EEUU por la GHSA (Governors Highway Safety Association), asociación americana que promueve la Seguridad Vial, sus cifras pueden ser perfectamente válidas en nuestro continente. Porque a pesar de que las costumbres son diferentes a un lado y a otro lado del charco, el que es un cenutrio aquí seguro que lo es también allí. Y allí entre un 15 y un 25% pudieron ser debidos al uso de aparatitos al volante.
Pero ojo, que en el informe Distracted Driving: What Research Shows and What States Can Do que podéis consultar en ese mismo enlace, no sólo se trata el tema de las distracciones más comunes y achacables siempre a teléfonos móviles, navegadores, aparatos de radio o similares, ya que hay que tener en cuenta que existen otro tipo de distracciones que también pueden hacernos tener un accidente.
Así hacen distinción entre cuatro tipos de distracciones, en función del tipo de estímulo que cree en nosotros: visual (por estar absorto mirando algo), auditiva (estar escuchando pájaros), manual (tener algo más que el volante entre las manos) y cognitiva (estar empanado pensando algo o con los pájaros que estábamos escuchando antes metidos dentro de la cabeza).
Por otro lado, la fuente de distracciones puede venir desde diferentes fuentes: asociado al vehículo (pantallas, navegadores, mandos, cuantos más botones a los que mirar peor), aquellos que se llevan al vehículo (teléfonos, ordenadores, comida, animales, ...), externas al vehículo (señales, carteles luminosos, nubes con formas raras, ...) y por último, las internas al propio conductor (cuando llegue a casa tengo que poner la lavadora, ...).
Problema: luchar contra las distracciones involuntarias, las que nos acompañan dentro de nuestra cabeza. Para ello, hay que tener presente que cuando conducimos estamos realizando un acto potencialmente peligroso para nosotros y para los demás por lo que nuestra atención tiene que ser máxima en todo momento. Ya habrá tiempo para separar la ropa blanca de la de color y echar suavizante al llegar a casa.

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