jueves, 19 de mayo de 2011

Señales de problemas de transmisión

Diagnosticar problemas en los automóviles por uno mismo puede parecer una tarea imposible. En el momento en que empiezas a notar algo fuera de lo normal, es momento de comenzar a considerar el problema y encontrar la manera de solucionarlo. Los problemas mecánicos del coche, en contraposición a los problemas de los coches eléctricos, normalmente van acompañados con sonidos distintivos y algunos comportamientos que son indicadores claros de que algo no está funcionando de la manera que debería. La transmisión de nuestro automóvil tiene un gran desgaste a lo largo de los años, y después de un tiempo, es hasta cierto punto normal que comience a dar problemas. Las reparaciones de estas transmisiones pueden ser caras, por lo que merece la pena prestar atención a cualquier cosa que se salga de lo usual.
Si piensas que puede estar teniendo problemas con este elemento del vehículo, o simplemente si quieres aprender sobre posibles problemas de transmisión, a continuación se dan algunas señales que nos pueden poner en alerta. Esto nos permitirá estar un paso por delante de una posible avería. Uno de los primeros síntomas que nos podemos encontrar es una fuga del líquido de la transmisión, y es probablemente una de las maneras más fáciles de identificar que necesita una revisión. El líquido de transmisión es esencial para que el coche pueda realizar sus tareas, por lo que una pérdida de este líquido, aunque sea pequeño, se puede convertir en un problema mayor. En un coche automático, este líquido es de un color rojo brillante, es claro y huele algo dulce cuando todo está funcionando correctamente. Cuando verifiques este líquido, asegúrate que no tiene un tono oscuro y no huele a quemado.

A diferencia del motor del coche, la transmisión no consume realmente o quema los fluidos durante su uso, por lo que si notas que tiene poco de este líquido, posiblemente puede haber una fuga en algún sitio. En los coches de transmisión manual, verificar los niveles de fluido puede que no sea tan sencillo como levantar el capó del coche y comprobar una varilla. En los coches con transmisión manual hay que comprobar el líquido directamente en la caja de la transmisión. De nuevo, si sospechas que se está perdiendo fluido, hay que buscar un mecánico para que encuentre el problema y solucionarlo cuanto antes. Si el nivel de fluido es bueno, hay otra manera fácil de saber si algo malo ocurre con la transmisión. Esto se puede ver con la luz de verificación del motor y es un buen modo de ver si hay un problema.
La luz de verificación del motor se puede encender por un variado número de razones que no están relacionados con la transmisión, pero no hay que menospreciar este claro signo de aviso. En coches nuevos hay sensores a lo largo del motor que detecta irregularidades y notifica al ordenador del coche si algo va mal en una cierta área. En el caso de la transmisión, estos sensores pueden detectar vibraciones y problemas que empiezan que puede que no puedas detectar. Si quiere saber si la luz de verificación del motor te está diciendo que tienes un problema de transmisión, se puede comprar una herramienta escaneadora de diagnóstico que se conecta debajo del panel de instrumentos en el lado del conductor. Este scanner mostrará un código que corresponde al área del vehículo que está fallando. Si el código te dice que es un problema de transmisión, es un buen momento de llevar el coche al taller.
Otros factores que tenemos que tener en cuenta a la hora de valorar este tipo de situaciones, dependiendo si tienes una transmisión manual o automática, tu coche puede responder de forma diferente cuando la transmisión no está funcionando correctamente. Con una transmisión manual, una señal común de que hay un problema es un sonido chirriante cuando estás cambiando las marchas. Si pisas el embrague a tope, cambias la marcha y escuchas un sonido anormal, puede que tengas el embrague desgastado o puede que simplemente tengas que ajustarlo. Sin embargo, puede que también sea que el mecanismo del cambio de marchas estás gastados o dañados. Es posible que el engranaje que ajusta las marchas tenga que ser reajustado, por lo que no significa que tengamos que cambiar todo el mecanismo.
Para problemas de transmisión automáticos, lo más normal es sentir que el coche responde de forma extraña al ir aumentando la velocidad y al ir cambiando las marchas de forma automática, en lugar de la suavidad de los cambios que suele caracterizar este tipo de coches. También se pueden escuchar sonidos fuera de lo usual si algo va mal con la transmisión. Si se nota algo diferente a una cambio de marchas casi imperceptible, entonces puede que se necesite lleva el coche al taller para un ajuste o reparación. Sin embargo, utilizar los sentidos para detectar problemas de transmisión no es la única manera de averiguar si tenemos un problema de este tipo. De todos modos, difícil averiguar exactamente como puede sonar nuestro coche si tenemos un problema de transmisión, pero una cosa es bastante cierto, y es que el desagradable ruido que podemos escuchar es el típico que nos dice inmediatamente que algo va mal.

Cada coche está construido de forma diferente, por lo que los sonidos que produce pueden variar enormemente, aunque los sonidos que podemos escuchar en los de transmisión manual comparada con los de transmisión automática, son distintos. En los automáticos es muy probable que se escuchen un ligero zumbido o algún que otro chirrido muy molesto. Con las transmisiones manuales, los sonidos normalmente vendrán de una manera más abrupta y con un sonido más mecánico. Si la caja de cambios hace el típico ruido chirriante y golpes metálicos secos en el mecanismo, definitivamente es momento de llevarlo a un taller. Sin embargo, este tipo de golpes secos en la parte inferior del vehículo no siempre son un problema de transmisión. Podría ser un problema del diferencial entre otras cosas. Los sonidos que puedes escuchar en el vehículo, pueden ocurrir de vez en cuando, pero si no hacemos algo al respecto, ocurrirán más frecuentemente según pase el tiempo con las consecuencias que ello puede conllevar.
Por último, las transmisiones están diseñadas para ir al cambio correcto siempre, por lo que si cuesta meter la marcha o no se puede en absoluto, es una clara señal de que algo va mal. Con los problemas en la transmisión manual, puedes notar después de cambiar la marcha que el motor se acelera pero el coche se mueve tan rápido como debiera según el coche está acelerado. En este caso, puede ser un embrague desgastado o algún problema más serio en la transmisión. Es también posible que la marcha simplemente salte o se salga quedándose en punto muerto si el mecanismo está desajustado. La transmisión automática tiene el mismo problema de falta de respuesta, aunque esto se notará más al meter algunas de las dos posiciones que tienen estos coches. Si da problemas en quedarse en alguna de estas posiciones, puede haber un problema de transmisión.

1 comentario:

  1. las transmiciones autmaticas tienen esefamoso embrage. por que tengo un mazda 1988 929 y cuando aselero tarda en moverse. revolucona pero tarda en responder

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