Por: Francisco Klapper
Parece que desde su aparición, los tripoides no han recibido de los usuarios toda la aceptación, incluso han sido la justificación para decidir la compra entre un automóvil y otro. Pero, ¿Es solo un mito?, ¿Que es un tripoide ó lo que entendemos por un tripoide?, ¿Por qué se dañan?, ¿Cómo puede hacer que su vida se prolongue?
Aunque se popularizaron en los autos con tracción delantera hace unas décadas, los tripoides son una antigua solución a un problema de transmisión de potencia que el cardán tradicional no pudo resolver: Vibración en condiciones geométricas exigentes.
En realidad, su verdadero nombre es “Semi-eje propulsor”, cada vez los vemos con mayor frecuencia en los automóviles contemporáneos ya sean de pasajeros ó comerciales y su función es transmitir el movimiento a las ruedas sin importar que estas cambien de posición ya sea por irregularidades del camino ó por giro de la dirección.
El semi-eje propulsor consta de un eje y dos juntas homocinéticas ó de velocidad constante en los extremos. Una de ellas se llama interior y la otra exterior que va acoplada a la rueda. Estas juntas son más eficientes para transmitir el movimiento al modificarse continuamente la posición de la rueda.
Existen diferentes tipos de juntas, donde las tipos Tripiode y Rzeppa son las que se encuentran con mayor frecuencia.
La junta tipo tripoide se fundamenta en tres rótulas montadas sobre rodamientos que transmiten el movimiento de giro y al mismo tiempo absorben el cambio de longitud del semi-eje al modificarse la altura de la rueda por las irregularidades del camino.
Para que opere correctamente, requiere de gran precisión en sus mecanismos internos. Forzar el vehículo al arrancar, cruzar forzando la dirección al máximo y caer en profundos huecos a alta velocidad, desgastan prematuramente las superficies de contacto y dañan el tripoide.
A los tripoides no se les hace ningún mantenimiento preventivo. Una cuidadosa inspección y prueba de manejo son suficientes para detectar desperfectos en su mecanismo. Las fallas más frecuentes consisten en:
• Rotura del protector de la junta homocinética también conocido como guardapolvo, lo cual es fácil de observar.
• Desgaste de las superficies de contacto. Esta falla tiene síntomas que fácilmente se confunden con los de otras fallas.
En caso de rotura del guardapolvo, este debe ser remplazado por uno original, el cual se comercializa como: “Kit de Guardapolvo” y contiene al guardapolvo, la grasa especificada, los amarres del guardapolvo y algún clip que pueda ser requerido. No permita que se repare con un guardapolvo genérico y con grasa común ya que de hacerlo reduce la vida de los costosos componentes internos. Lamentablemente es difícil diferenciar cuando la reparación fue hecha con componentes originales ó genéricos.
En cuanto al desgaste de las superficies de contacto, estas deben ser remplazadas. Si usted tomó la iniciativa de rectificarlos, visitará a su mecánico por el mismo motivo mucho antes de lo que imagina.
¿Cuales son los componentes de este ?
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