viernes, 15 de julio de 2011
Distribución electrónica de frenada.
Los sistemas de frenos antibloqueo de cuatro canales (uno por rueda) permiten adoptar una lógica de control que distribuye electrónicamente la fuerza de frenado entre el eje delantero y el eje trasero.
Este reparto de fuerza frenante se utiliza para compensar el estado de carga del vehículo y la transferencia de masas que existe entre los ejes delantero y trasero al frenar.
En los sistemas de frenos convencionales, esta función recae en los correctores mecánicos de presión hidráulica colocados cerca del eje trasero. Pero el funcionamiento de estos correctores simplemente consigue acercarse a la distribución ideal de la frenada.
Por el contrario, la distribución electrónica de la frenada consigue casi igualar a la distribución ideal al mantener la presión hidráulica del circuito sobre las pinzas de los frenos traseros de forma activa.
Secuencia de bloqueo
Los frenos de los vehículos están diseñados para permitir una mayor capacidad de frenada en los frenos delanteros que en los traseros.
De esta forma, la secuencia de bloqueo de las ruedas será primero en las ruedas delanteras y luego en las traseras.
En caso de bloquearse primero las ruedas traseras, el vehículo se volverá inestable y podría girar sobre su eje al ser mayor la fuerza de frenado del eje delantero con respecto al trasero.
Cuando la deceleración del vehículo está comprendida entre 0.15 y 0.8 g (g es la aceleración gravitacional y equivale a 9.8 m/s2) la legislación obliga a que la secuencia de bloqueo se produzca primero en el eje delantero y luego en el trasero.
Esto se puede conseguir por medio de los correctores mecánicos o de una forma más eficiente a través de la distribución electrónica de la frenada.
Funcionamiento
La distribución electrónica de la frenada actúa antes de entrar en funcionamiento la secuencia del sistema antibloqueo que evita el bloqueo de las ruedas del eje trasero.
Al detectarse el inicio del bloqueo de alguna rueda trasera, la centralita adopta la fase de mantenimiento de la presión hidráulica en la pinza de freno de dicha rueda. El mantenimiento de la presión se consigue al conmutar la válvula de entrada del modulador hidráulico del sistema antibloqueo.
Al desaparecer la tendencia de bloqueo, la unidad de control permite un nuevo aumento de presión hasta que la rueda trasera tienda de nuevo a bloquearse.
Esta secuencia se repite continuamente hasta que el conductor deja de accionar el freno o la rueda trasera tiende a bloquearse. En tal caso, la distribución electrónica de la frenada deja de actuar para dar paso a la función antibloqueo que permite la reducción de la presión sobre los frenos traseros.
La distribución electrónica de la frenada basa su actuación en el mantenimiento de la presión, siendo innecesario que la bomba del modulador hidráulico entre en funcionamiento o se active la fase de aumento de presión sobre los frenos traseros.
De esta forma desaparecen los ruidos de funcionamiento del sistema antibloqueo y el característico contragolpe en el pedal de freno.
En algunas situaciones (firme irregular) pueden producirse breves aumentos en el deslizamiento de las ruedas traseras que se corrigen reduciendo la presión por parte de la distribución electrónica de la frenada y no del sistema antibloqueo.
En este caso, la fase de reducción de presión envía el líquido de frenos sobrante al acumulador del modulador hidráulico, evitando en un principio que se ponga en funcionamiento la bomba eléctrica del sistema antibloqueo hasta que se completa la secuencia de frenado.
Fuente: Autocity.com
Etiquetas:
Distribución electrónica de frenada.
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