jueves, 6 de octubre de 2011
Conduciendo con Niebla.
Fenómeno climático que reduce la visibilidad a menos de un kilómetro. Ante su presencia se hace imperioso manejar con las luces encendidas, disminuir la velocidad y tomar distancia prudente del vehículo precedente sin perderlo de vista.
La niebla aparece generalmente en zonas suburbanas y cercanas a ríos, lagunas o inundaciones, aunque cada tanto se observa también en la ciudad. Se presenta principalmente entre el crepúsculo y la primera mañana, pero puede surgir de improvisto y a cualquier hora del día.
En invierno es más habitual pero también puede manifestarse en estaciones más cálidas provocando complicaciones y caos en el tránsito de calles, rutas y autopistas..
Se genera por una diferencia de temperatura entre el aire y el suelo, reduciendo la visibilidad a menos de un kilómetro -el 10 por ciento de lo normal- y constituyéndose en una trampa que puede resultar mortal para los conductores desprevenidos. A medida que aumenta en densidad y espesor sus efectos se potencian. Y en varias ocasiones su irrupción es repentina e inesperada en forma de "bancos de niebla", lo que multiplica el riesgo de accidentes.
El Centro de Experimentación y Seguridad Vial Argentina (CESVI) recomienda adoptar una serie de conductas preventivas para contrarrestar estos peligros:
.Circular en todo momento con las luces bajas y las de posición encendidas. Si el vehículo posee faros antiniebla traseros y delanteros, prenderlos. De lo contrario, pisar suavemente y con cierta frecuencia el pedal de freno, para reforzar el poder lumínico de las luces posteriores.
.Si la niebla es muy densa, encender las balizas. No usar las luces altas, que pueden enceguecer a otros conductores y acortar el campo visual.
.Disminuir la velocidad antes de ingresar a un banco de niebla. De esta manera baja el riesgo de provocar los tan temidos choques en cadena.
.Circular por la derecha y no estacionar nunca sobre en la banquina.
.Permanecer lo más alejado posible del vehículo precedente, aunque sin perderlo de vista. Y no intentar sobrepasarlo en ningún momento.
.Viajar con las ventanillas bajas, agudizar los sentidos y mantenerse expectantes a las situaciones inesperadas que pudieran surgir afuera.
Publicado por María Inés Maceratesi | Editar entrada
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