sábado, 17 de septiembre de 2011

Uso de los sistemas de retención en vehículos.

Durante el año 2010 uno de cada cuatro fallecidos en turismo por accidentes de carretera no usaba cinturón de seguridad. Es decir, que de los 634 fallecidos en turismos que hubo durante los primeros ocho meses, 146 no usaban cinturón. Otro dato no menos significativo es que de entre los fallecidos hay 39 niños, menores de 12 años, de los que 14 no llevaban ningún tipo de accesorio de seguridad. A estas alturas y después de conocer las escalofriantes cifras que merecen nuestra preocupación pregunto, ¿está justificado el no hacer uso del cinturón de seguridad o dispositivo de retención infantil durante la conducción? Estamos hablando de muertes que podían haberse evitado con casi total seguridad, ya que la utilización del cinturón de seguridad reduce un 50% el riesgo de muerte en caso de accidente. Además, el uso de sistemas de retención reduce también el riesgo de contacto en el interior del habitáculo, minimiza la gravedad de las lesiones como consecuencia de los impactos frontales y laterales e impide que tanto el conductor como los pasajeros salgan expulsados del vehículo. Coincidiendo con la vuelta al colegio y el aumento del número de desplazamientos de menores para ir y venir de los centros escolares, la DGT nos recuerda la responsabilidad que tienen los padres para que lleven a los pequeños en las sillas adecuadas, debidamente colocadas y abrochadas de forma correcta. No valen excusas, como que es un trayecto corto, que está aquí al lado o que voy a ir despacio, porque en un segundo puedes hacer que cambie la vida de tu hijo y nada vuelve a ser igual Tenemos que poner todo nuestro empeño para que ningún niño pierda la vida por no ir correctamente sentado en un sistema de retención infantil (SRI) adecuada a su peso, talla y edad. Un menor sin ningún tipo de sujeción multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones importantes. Por eso el Reglamento General de Circulación obliga al conductor y a los pasajeros, tanto de los asientos delanteros como de los traseros, a llevar correctamente abrochado el cinturón de seguridad o el dispositivo de retención infantil cuando se vaya a realizar cualquier trayecto de vía urbana o interurbana. Además se aclara que en el caso de que el pasajero del vehículo fuera menor de edad, la responsabilidad por el hecho denunciable le correspondería al conductor. El incumplimiento de esta norma está tipificado como infracción grave y se sanciona con multa de 200 euros y la pérdida de tres puntos en el caso de los conductores. La vigilancia y control de la campaña se realizará por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en las carreteras que son titularidad del Estado, Comunidades Autonómicas y Diputaciones, exceptuando en las Comunidades donde se han transferido las competencias. No obstante, en cuanto a las zonas urbanas, participarán aquellos Ayuntamientos con más de 25.000 habitantes que disponen de policía local propia, sumándose así a la campaña para controlar en las vías urbanas. Tenemos que estar convencidos de que los sistemas de retención en vehículos (cinturón de seguridad y sistema de retención infantil) son importantes para nuestra seguridad como conductores y como pasajeros. Hay quien opina, (por cierto, cada vez menos), que cada uno es libre de elegir qué medidas tomar en el interior de su vehículo. A esos escépticos y cerrados de mollera, hay que recordarles que en caso de sufrir unas lesiones por no llevar puesto, por ejemplo, el cinturón de seguridad, los gastos de hospitalización los pagamos entre todos. Como datos adicionales para la reflexión, la DGT en su balance sobre la accidentalidad durante este verano, desde el 1 de julio al 31 de agosto, nos recuerda que el 15% de los muertos en turismo no hacía uso del cinturón de seguridad y que todavía uno de cada cinco fallecidos en turismo no llevaba puesto el cinturón. Además, en relación a la accidentalidad infantil, nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales, podrían haberse evitado si se hubiera utilizado correctamente los sistemas de retención infantil. Por tanto, como conductores o pasajeros, no valen excusas ni se puede justificar la omisión en cuanto a la utilización de los sistemas de retención en los vehículos

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