Todos los coches la tienen, y solemos ignorarla como algo que dura para siempre, hasta que nos empieza a dar problemas y recordamos que está ahí. ¿De qué hablamos? De la batería del coche. Tecnologías avanzadas han creado las baterías de libre mantenimiento, las cuales van equipadas prácticamente en todos los coches que se producen hoy en día. Se supone con esto que no hay que hacer nada con ellas. Sin embargo, el término “libre mantenimiento” no es del todo preciso, por lo que hay que hacer un cierto grado de mantenimiento y cuidado de las baterías de coche. Un mantenimiento de batería no es difícil de hacer, por lo que veremos que hay que hacer para mantener tu coche en marcha.
Antes de continuar, uno debe asegurarse que la batería está totalmente sellada. Si no lo está, entonces la definición de “libre mantenimiento” no corresponde y tendrás que añadir agua de forma regular. Las baterías que no van selladas son fáciles de identificar ya que tienen pequeñas aberturas con tapones en la parte superior las cuales se pueden abrir. Tendrás que añadir periódicamente agua destilada para mantener los niveles de agua, y más aun en los meses de verano ya que el agua tiende a evaporarse rápidamente. No dejes que tu batería se quede sin agua ya que se quedará inutilizada y tendrás que cambiarla.
Si la batería que tienes instalada en tu coche es de la variedad sellada, entonces la etiqueta de “libre mantenimiento” solo es parcialmente verdad ya que este término solo significa que no tienes que poner agua.
Con cualquier tipo de batería, ya sea sellada o no sellada, debes hacer lo siguiente para que siga funcionando correctamente:
• Limpia los cables. Desconecta los cables de la batería y límpialos con un cepillo de alambre especializado para piezas mecánicas, con un líquido formado por agua y bicarbonato de potasio. Usa la misma mezcla para limpiar la parte superior de la batería, y hazlo con una brocha más pequeña donde sea más complicado llegar.
• Lubrica los conectores. Puedes usar una vaselina industrial o grasa para engrasar las conexiones y así evitar futuras corrosiones. Aparte de esto, la grasa hará más fácil volver a poner las conexiones en sus bornes.
• Revisa las sujeciones. Aparte de las conexiones, deberías comprobar que la batería está bien anclada y no se mueve.
Y eso es todo, el mantenimiento de una batería es una tarea sencilla y debería ser hecha por lo menos una vez al año. Si mantienes tu batería en buenas condiciones, prolongarás su vida y reducirás las posibilidades de que falle en el momento más inoportuno.
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