lunes, 11 de julio de 2011

Tracción delantera, Tracción Trasera ¿Cuál es mejor?


Los vehículos con tracción delantera son aquellos que utilizan las ruedas anteriores para transmitir la fuerza del motor al suelo. En la actualidad, la mayoría de los vehículos con tracción delantera llevan el motor y la caja de cambios sobre el eje delantero y en posición vertical. Esto supone una concentración del peso en las ruedas motrices, que favorecen la adherencia del neumático. Los modelos con tracción delantera tienen dos características muy apreciadas por los constructores de automóviles: facilidad y economía en su fabricación. Las ventajas que reportan al usuario también son notables. Al no existir transmisión a las ruedas traseras, el piso del coche suele ser plano, con lo que hay más espacio para los ocupantes. En general, se puede afirmar que los vehículos con tracción delantera resultan más fáciles de conducir en malas condiciones de adherencia. Si el asfalto está mojado o con hielo o nieve, es más fácil arrancar con un coche con tracción delantera. Las ruedas delanteras reciben el peso del motor y la caja de cambios, por lo que aumenta la motricidad. Cuando el asfalto está en buenas condiciones y hacemos una arrancada fuerte se produce el efecto contrario: al existir un desplazamiento del peso hacia atrás las ruedas delanteras tienden a patinar.
En los coches con tracción delantera las ruedas motrices son además directrices, lo que hace que su comportamiento venga caracterizado por una actitud que se denomina subviradora. Esta situación aparece cuando en un giro se pisa el acelerador más de la cuenta, entonces podemos apreciar que el giro real es menor que el que nosotros damos a las ruedas a través del volante (el coche subvira) y el frente del auto tiende a irse al exterior de la curva. La respuesta lógica en estos casos es dejar de acelerar, momento en el cual el coche vuelve a mantener la trayectoria de la curva.


Suspensión trasera con tracción trasera

Tracción trasera

Los vehículos con tracción trasera utilizan las ruedas posteriores para transmitir la fuerza del motor al suelo. El comportamiento característico de este tipo de coches es el sobreviraje, que aparece por exceso de potencia: las ruedas motrices patinan y se inicia un giro del coche alrededor de su propio eje vertical, que se corrige sin dejar de acelerar y “deshaciendo” el giro apuntando con el volante hacia el lado opuesto de la curva. En cualquier caso, hoy en día los fabricantes consiguen gracias a las suspensiones dotar a sus coches de un comportamiento determinado, una tracción delantera puede ser sobreviradora, igual que una tracción trasera puede ser claramente subviradora.
La tracción trasera permite conseguir más variantes en lo que a posicionamiento de los elementos mecánicos se refiere. Lo normal es que el motor y el cambio estén delante y el diferencial, detrás. La motricidad es buena debido al desplazamiento del peso hacia las ruedas motrices en fase de aceleración. Pero esto sólo se cumple siempre que el terreno tenga adherencia.

Otra posibilidad es montar el motor delante pero el cambio en la parte trasera, junto al puente. Las reacciones son como en el caso anterior, con la ventaja de que se consigue un reparto de pesos más favorable. Por último, también se puede ubicar el motor, cambio y transmisión por detrás del eje trasero, o entre el eje trasero y el puesto de manejo. Las dos últimas configuraciones se reservan para modelos deportivos, en busca de un máximo control de dirección, por un lado, y buena motricidad por el otro.

Dato histórico
Se dice que la tracción delantera es tan antigua como el automóvil, entendido en sentido amplio; pero no es hasta principios de los años 30 cuando ya hay sistemas suficientemente funcionales para tener un cierto éxito comercial. Tracto es una de las marcas pioneras, pero sin apenas presencia en el mercado. El Citroen 11, en cambio, es uno de los primeros que efectúa ventas importantes en automóviles con tracción delantera.

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